La sonrisa de Virginia
Blog sobre la revista creada por lxs usuarixs de la Comunidad Terapeútica de Puerto Real
Destacamos
QUERIDO LECTOR/A
Querido lector/a esta revista que tienes en este blog es fruto del trabajo de lxs usuarixs de la Comunidad Terapéutica de PuertoReal, Cádi...

sábado, 19 de abril de 2025
sábado, 22 de marzo de 2025
El podcast sobre salud mental de Cádiz: "Levántese de día, poniente de noche" nos entrevista
El pasado viernes 21 de Marzo, el podcast sobe salud mental "Levántese de día, poniente de noche" nos entrevistó en su programa número 128. Aquí el enlace:
https://www.ivoox.com/levantese-dia-poniente-noche-128-con-audios-mp3_rf_143589743_1.html
Ya está aquí el número 6
Ya tenéis aquí el número 6 de la revista más puntera de la Comunidad Terapéutica de Puerto Real:
domingo, 16 de marzo de 2025
El viernes 21 de Marzo presentamos el número 6 en la CTPR
Este viernes 21 de Marzo a las 12:00 de la mañana presentamos en la Comunidad Terapéutica de Puerto Real, el número 6 de nuestra revista: "La Sonrisa de Virginia". ¡Os esperamos!
martes, 28 de enero de 2025
martes, 10 de diciembre de 2024
Salimos en la TV local y la prensa
La revista "La sonrisa de Virginia" en Onda Cádiz a partir del minuto 31
https://www.youtube.com/watch?v=8aEr5z3-bqY&ab_channel=ONDACADIZTVV
Y en el Diario de Cádiz:
sábado, 7 de diciembre de 2024
MEMORIAS DE UN NEUROCLIENTE: CONVERSACIONES CON GRIMA
Otra vez en aquel lugar, cómodamente sentado en el oscuro sillón mirando las paredes beis y los cuadros de Van Gogh, mirando el vacío, se sentía un tanto incómodo en el ambiente esterilizado que se respiraba en la sala de espera de la consulta del doctor Enrique Maestre. Finalmente había acabado allí, ese sitio al que acudían los desesperados, aquellos que necesitaban de un gurú mental que les guiara por el camino de la autorrealización y la paz interior. Ésta era su tercera consulta. Pensaba que, si viviera en la España católica y cristiana de hace años, quizás no estaría ahí sentado, sino en la Iglesia buscando a un cura para desahogar sus pensamientos impuros, asumir la penitencia y deshacerse de ese nudo en el pecho que tenía. Pero eso ya no se destilaba en la sociedad moderna, además él no era creyente. Ahora había que pagar a un profesional privado de renombre. Hace unos quince años una amiga suya había viajado a Estados Unidos con una beca del instituto, recordaba como le contaba entusiasmada que en ese gigante país casi todos los miembros de las familias de clase media tenían un coche por persona, cosa impensable por aquellos tiempos en España, pero que además era muy común tener también un psicólogo o psiquiatra particular. Meditó sobre si nos estaríamos encaminando hacia el mismo sino. La derivación mental fue interrumpida por la secretaria que apareció con unos modales exquisitos para pedirle que pasara al despacho del doctor Maestre.
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